top of page

Querid@ lector(a):
Mi propósito es impulsar personas pero no sé cuántos días me quedan de vida.
Aunque amo aprender, emprender y enseñar sobre negocios; Este mensaje es más importante.
No quiero ser dramático, pero cada día me acerco más a la muerte.
Tal vez sea en un año, tal vez en cien, pero sea cual sea el tiempo, va a ser contigo. Aunque quizá nunca nos conozcamos, nuestras historias ya están entrelazadas. Habitamos el mismo caos político, económico, social y espiritual; somos cómplices en la misma lucha.
Por eso, compartirte este mensaje es mi trabajo más importante y sutil.
De todo lo que puedo enseñar... Este es el mejor consejo. Pero también el más difícil de vivir.
Te voy a explicar mi filosofía de vida desde mi prisma (desde mi forma de ver de la luz).
Indice:
-
Del "drama" al asombro
-
Exploración sin fronteras
-
El encuentro
-
Dios, el científico
-
Lenguaje y matemáticas, el código fuente del cosmos
-
Capas de información y propósito
-
IA como espejo de la mente divina
-
Belleza detrás de la data
-
El problema del mal
-
El entramado de Jesús
-
¿Porqué es difícil entender la biblia?
-
¿Cuál es la historia cosmica?
-
Un liderazgo prestado
-
Entonces, ¿cuál es la historia cósmica?
-
Una invitación racional y relacional
Del "drama" al asombro
Crecí entre creyentes: pastores, teólogos y misioneros formaban parte de mi día a día. Aun así, a los 11 años rechacé abiertamente la idea de Dios, aferrándome a argumentos científicos. Me sentía incómodo en mi propia piel: hablaba demasiado, tartamudeaba cuando me ponía nervioso y fui blanco de bullying… incluso en la escuela dominical. Las heridas en la autoestima me llevaron a malas decisiones—alcohol, fiesta, sexo sin propósito, drogas, y con eso, perder personas valiosas. Acabé coqueteando con la muerte hasta desearla. En el fondo me dejo de importar la vida. Sin embargo, en cada abismo, en cada hueco, aparecía algo que sólo puedo describir como milagros. ¿Todo era pura casualidad? ¿Azar cósmico?
Exploración sin fronteras
Decidí buscar respuestas: aprendí a meditar en Sudáfrica, entré en templos budistas de Tailandia, probé yagé con indígenas amazónicos. Sumergí mi mente en ciencia, filosofía y todo tipo de religiones. Aprendí mucho… pero nada llenaba el vacío existencial. Trece años después de aquel rechazo, un joven pastor con quien sólo había convivido en la infancia me escribió desde otro país. El me hablaba como si conociese lo que yo estaba viviendo, algo que no tenía sentido racional. Razón por la cual acepte su el reto que me puso. Examinar a Jesús con rigor intelectual. En el fondo yo quería refutar la fe de mi madre; pero terminé abriendo un expediente como si investigara la trama más compleja del universo.
Dios, el científico
Imagina al Ingeniero detrás de toda ecuación elegante que alguna vez hayas estudiado. La constante de Planck, la secuencia de Fibonacci, el ajuste fino de las cuatro fuerzas fundamentales: cada número y cada formula que descubrimos apuntan a una mente ordenadora. En la medida que estudiaba la conclusión que llegaba a mi mente es: Hay que tener mucha fe para creer que todo esto es casualidad.
Lenguaje y matemáticas, el código fuente del cosmos
Los lingüistas han visto que la gramática interna del lenguaje se parece más a la lógica formal que a un arte improvisado. El lenguaje, la música, la matemática, todo esta finamente conectado, ya que es información organizada. Esto me recuerda que en el principio era el Logos; logos es palabra, razón y estructura al mismo tiempo. Todo en el universo tiene capas de información y capas de propósito, pues al final, en el principio era la palabra, y la palabra es Dios.
Capas de información y propósito
Desde la física de quarks y electrones, hasta los sistemas culturales que refinan símbolos a escala global, todo se organiza en niveles interdependientes: física, química, biología, cognición, cultura. Cada capa de datos tiene su lógica, formulas, patrones, jerarquías. Todo esto sugiere diseño coherente, no accidente multi-etapa. Es un fractal, pero extremadamente racional. Tan complejo, que por eso creer que es casualidad requiere mucha más fe.
IA como espejo de la mente divina
Cada vez que entrenamos un modelo de IA convertimos caos de datos en orden significativo. Los modelos de lenguaje representan significado como coordenadas en espacios N-dimensionales, donde la distancia equivale a información comprimida. Y la forma en la que todo esto se conecta y organiza parece metáfora a las leyes universales. Aún así, nuestra creación artificial necesita energía y supervisión constantes; si la abandonáramos, el sobre-ajuste la arruinaría. Comenzarían las alucinaciones y contradicciones; o el uso excesivo de energía. La IA nos recuerda que el significado no surge sin una fuente intencional que fije objetivos y costos de error. El ajuste fino del universo delata a un Programador impecable. Él es antes de todas las cosas y en Él todas subsisten. La cantidad de energía que se ha utilizado, nos habla de una fuente original, ilimitada, coherente, perfecta. Sólo un ser eterno, energéticamente perfecto, podría contener tal poder.
Belleza detrás de la data
Los físicos dicen que hay ecuaciones que parecen elegantes desde una perspectiva estética. Hay muchas ecuaciones compactas que explica realidades inmensas. ¿Por qué la belleza se alía con la verdad? Porque ambas derivan de la misma Persona: Dios que esplende su gloria a través de la coherencia. Dios creo una realidad que lo delata, no sólo por números o lenguaje, si no por el propósito detrás de cada cosa. De todo esto, si hay una capa de información que me sorprende, es la música. La música por ejemplo, es un descubrimiento, pues es un lenguaje organizado que una vez lo entendemos, podemos jugar con el. Cada canción emerge dentro de las posibilidades de unos patrones que no inventamos nosotros, los descubrimos. Como músico que soy, he entendido que todo lenguaje nos permite conocer y relacionarnos con Dios de una forma distinta.
El problema del mal
Trabajar con víctimas del conflicto armado Colombiano me permitió entender que hay historias que parecen ficción. Todas las personas estamos sufriendo, de alguna u otra forma. En este proceso nos encontramos con preguntas sobre el dolor, la injusticia o la guerra, y su relación con Dios. En el proceso entendí que el amor implica libertad. Dios no orquesta nuestras desgracias; las sufre con nosotros y nos llama a reconstruir en su amor eterno. En esta realidad, aun en medio del infierno cotidiano, nos ofrece una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Traumas y otros Dioses
La mayoría de personas no sabe que tiene un altar en el corazón. Pero todos lo tenemos. Y ahí ponemos lo que más tememos, lo que más deseamos, o lo que más nos duele. A veces ponemos a Dios. A veces ponemos a una expareja, una expectativa o una herida vieja. Adiciones. Y sin darnos cuenta, terminamos viviendo para eso. Desde una perspectiva de conciencia y psicología, adorar a otros dioses es el ejercicio de priorizar tu atención. Sea de forma consciente o insconciente. Esta jerarquia de preferencias, que impulsa tus decisiones primarias, es lo que tu "adoras". Algunas personas deciden hacer el mal conscientemente. Otras, sólo son victimas de si mismos y sus relaciones tóxicas, en ocasiones mezclando traumas, y mala gestión de límites y cambios en su vida. En ese proceso terminan haciendo mal que en el fondo de su corazón no quieren hacer. Pero que igual en nuestra debilidad puede ser comprensible ciertas tendencias. Te pongo un ejemplo que me gusta. En la biblia podemos ver que una vez Noe se bajó de la Arca, se metió una borrachera, pea, jeta. Dios no le dijo nada. Antes terminó mostrando la mala conducta a su hijo porqué se estaba burlando del papá que corria desnudo en medio de la embriaguez. Si piensas en tu día a día, encontrarás que el vino, se volvió múltiples adicciones, algunas sutiles, otras profundas e incluso masivas (cómo las redes sociales). La mayoría de los disparadores de nuestra consciencia no son sanos. Parecido a la IA, tenemos nuestras psicosis cuando cruzamos las ideas incorrectas, que además están impulsadas por miedo, sensación de abandono, e incluso falta de sentir amor puro y verdadero. Al final, toda nuestra experiencia humana parte de nuestra cosmovisión sobre el universo, y nuestra relación con lo material e inmaterial que nos rodea.
El poder de la mente
La mente humana no está diseñada solo para recordar: está diseñada para crear. Y el universo, Dios, la vida, como lo quieras llamar, responde a esa creación. No con moralismos, sino con coherencia. Si siembras pensamientos cargados de miedo, recoges relaciones que confirman tu miedo. Si siembras pensamientos de verdad, empiezas a atraer escenarios donde puedes ser tú, sin tanta máscara. Lo que sostienes en ese altar —tu pensamiento más constante, tu emoción más profunda— se vuelve carne. Se convierte en tu realidad. Por eso no es solo un tema de fe, es un tema de estructura interna. Así como un arquitecto necesita un plano, tu vida necesita una intención. Y si no la decides tú, la decide tu trauma. O tu miedo. O el primer pensamiento negativo que se te cruzó esta mañana y no cuestionaste. Te pongo un ejemplo: si tú te levantas todos los días creyendo que no eres suficiente, aunque en teoría “creas en Dios”, en la práctica estás adorando tu inseguridad. Porque a eso le das espacio, energía y dirección. Eso es lo que guía tus decisiones. Tu altar no es lo que dices que crees. Es lo que alimentas a diario con tu atención. Y es ahí donde Dios entra a darte una mano.
¿Por qué es difícil leer la Biblia?
Porque no es un solo libro, sino una biblioteca escrita durante más de quince siglos en hebreo, arameo y griego; Por autores que vivieron contextos culturales, políticos y lingüísticos muy distintos. Por eso, cada pasaje exige volver a ese momento histórico para captar su intención original y evitar anacronismos que distorsionan el sentido. A esta complejidad se suma la expansión del cristianismo: desde que Jesús completó la historia, el relato se ha traducido a cientos de lenguas y se ha impregnado de tradiciones locales, produciendo malentendidos.
Por ejemplo, muchos imaginan la palabra “espíritu” como un fantasma (Gasparin), cuando רוּחַ (rûaḥ) y πνεῦμα (pneuma) aluden al soplo, viento, aliento o energía vital que procede de Dios. Un soplo dinámico y personal que sostiene la vida (con su sabiduría).
Leer la Biblia, por tanto, implica conocer su trama global, escuchar la voz plural de sus autores y afinar el lenguaje para que el lector moderno no confunda metáfora con literalidad; de lo contrario, corremos el riesgo de relacionarnos con Dios como con un desconocido del que solo hemos oído rumores.
Entonces, ¿cuál es la historia cósmica?
1. Creación y propósito
Dios, movido por amor, diseñó una realidad donde pudiéramos relacionarnos con Él. Su Espíritu—la רוּחַ (rûaḥ) en hebreo y πνεῦμα (pneuma) en griego, “viento, soplo, aliento vital”—infundió vida eterna a todo lo que existe. El cosmos nació en armonía: libertad, belleza y propósito convivían sin fricción.
2. La ruptura de la libertad
Con la libertad auténtica vino la posibilidad de rechazar al Creador. La humanidad eligió ser su propio centro y, al hacerlo, desconectó la fuente de vida. Es decir, Dios se desconecto de nuestra realidad, al punto que las propiedades de nuestra naturaleza cambió. La vida eterna dejó de ser y nació nuestro "universo paralelo, esta historia humana a la que yo llamo infiero. Ese desequilibrio se percibe como infierno: pues es el egoísmo, violencia y dolor que corroen lo que una vez fue perfecto.
3. Consecuencias del desorden
Siempre que el amor se desordena surgen distorsiones:
-
Amarme a mí mismo por encima de todo conduce a un ego desmedido.
-
Amar a los demás ignorando a Dios desemboca en vínculos tóxicos.
-
Amar a Dios sin amar al prójimo degenera en fanatismo.
4. El hilo rojo de la historia
Dios no se desentendió de nuestra caída energética. A lo largo de generaciones dejó pistas para acercarnos, y mensajes sobre su plan de rescate. A lo largo de generaciones hubo ciertas personas, profetas, que traían su mensaje, preparando el terreno para Jesus.
5. Dios hecho carne
Los Judios de la época esperaban un Mesías que destronara al imperio romano. Pero Él Mesías que llegó no fue un conquistador armado, sino un carpintero que expuso las lógicas del Reino con palabras, milagros y una entrega radical. Su muerte fue tan brutal que desfiguró su rostro y cuerpo, lo cual se documento por múltiples fuentes de la época. En su muerte y resurrección, alteró la trama del cosmos. En la cruz, la justicia y la misericordia se besan; él pago la deuda energética por nosotros, permitiendo nuestra vida eterna por gracia, y de paso que en esta vida podamos experimentarlo de forma fluida. Algo bonito de esto es que hay más fuentes históricas de este evento histórico, que incluso de la existencia de Aristoteles o Platón.
6. El don del Espíritu
Dios, el universo, el espíritu divino, infinito y creativo en el que vivimos, puede fluir a través de ti. Al ascender, Jesús dejó su Espíritu por dos motivos:
-
Acompañarnos. Trae una paz que desafía las circunstancias y, a veces, capacidades que superan lo natural. (los frutos del espíritu).
-
Romper el ciclo. Inyecta en nosotros la energía necesaria para renacer.
7. El desenlace futuro
Ante esta oferta solo hay dos rutas. Elegir la vida significa sincronizar nuestra rûaḥ con la Fuente eterna; negarse implica que, al encontrarse con la perfección, la imperfección se consuma y deje de existir. No hay cámaras de tortura, reencarnaciones ni retornos como animales: La muerte definitiva.
8. Vislumbres del paraíso
Cuando sueño con el mundo restaurado imagino esta tierra pero perfecta: Podré tener tiempo para conversar con Dios sobre muchos temas, pero también para estar con mi familia, con los hijos que perdí, tiempo para tocar música con miles de instrumentos, podré crear mega ciudades con diseños especiales, hacer deportes con animales en mejor versión. Todo lo bueno, sin afán, eternamente.
9. La invitación personal
Dios anhela una relación contigo. Te habla mediante su Palabra, la voz de otros o situaciones inesperadas. Sanar comienza al perdonarlo (reconocer que el mal no proviene de Él), perdonarte y perdonar a los demás. Creer antes de ver es complejo, pero cuanto más te acercas, más tangible se vuelve su amor. Descubres que no es una fuerza impersonal ni una ecuación: es una Persona que te amó primero y no se rinde.
Todo este entramado desemboca en Jesús
El Logos eterno se hizo cuerpo para que la verdad matemática, la música de las esferas y la ternura de una mirada humana convergieran en un mismo lugar: una cruz que reconcilia la información perfecta con corazones fracturados. Detrás de cada constante universal late un propósito personal: acercarte a Él. Que podamos volver a lo eterno, pues recuerda esto: No somos seres humanos viviendo vidas espirituales.
Somos seres espirituales viviendo vidas humanas. Esto implica también a Dios. Jesus es como su avatar para estar eternamente con nosotros.
Un liderazgo prestado
Si algo define mi vida es esto: de milagro no estoy muerto. Sin merecerlo, he recibido oportunidades de liderazgo desde las que hoy impulso a otros. Durante años creí que se trataba de mi vocación, hasta comprender que era la excusa perfecta para compartir el amor que primero me alcanzó.
Emprender, crear tecnología, resolver problemas, dictar cursos, movilizar voluntarios, levantar inversión… Todo es plataforma para apuntar a algo infinitamente mayor: Jesús te ama y murió por ti. Lo hizo por mí. En el fondo todo lo que hago es más por disfrute a lo que hago, y por conectar con las personas para transmitir una versión más realista sobre Dios. En el fondo creo que el futuro ya esta escrito. Y que lo entiendas o no. Esta vida, es sólo el inicio.
Una invitación racional y relacional
Yo entiendo que todo esto es difícil de creer. No te pido que me creas a ciegas. Te invito a indagar: cuestiona, contrasta datos, lleva tus dudas a las mejores aulas o laboratorios. Yo recorrí medio mundo buscando sentido y terminé encontrándome con Él. Nuestro Dios no es un cuento de ficción, es ese todo, que todo lo sostiene, todo lo entiende. Tanto, que no te esta pidiendo nada más que lo aceptes en tu vida, y te quieras relacionar. No se trata de dar dinero, o hacer obras sociales, se trata de una amistad a construir. Una amistad con Él mentor de mentores.
Tener a Dios no me hace mejor que tú—ni se si decir si soy más feliz, pero hay una paz que no logro explicar. Una perspectiva que todo lo calma. No importa el caos que suceda en mi vida. Conocerle es un regalo y privilegio que todos tenemos.
En el fondo, al menos yo, sigo dañado, sigo luchando, sigo arrepintiéndome cuándo cometo un error, sigo aprendiendo a orar y meditar. Sigo aprendiendo a perdonar y perdonarme. Pero, soltando la carga. Camino ligero. Él carga lo que yo no puedo.
Dios quiere relación, no religión. No importa tu pasado ni tu desempeño—importa su amor constante. No se trata de ti. Se trata de lo que hizo por todos nosotros.
Este consejo es difícil porque implica morir a ti. A tus prejuicios, a tus percepciones, a tus dolores en el corazón. Implica confiar, tener fe, perdonar y amar a Dios, todo balanceado con nuestra relación con nosotros mismos y las demás personas.
Con cariño,
Andy.
bottom of page